Analemma

Todos los jueves a las 8.30 de la mañana, camuflado entre los colores del suplemento espectáculos, convidado con el aroma del café amargo con medialunas saladas de manteca y fingiendo interés en la conversación siempre obtusa del compañero de turno, la observaba pasar desde un ángulo imposible. Convencido de que la esencia de todo ritual es la reiteración, se obstinó en la práctica de ese culto durante varios meses, con la ciega certidumbre de los hombres de fe.

Lo encontré precisamente sumido en su periódica liturgia. Me miró, me reconoció y me ignoró durante unos 20 minutos. Hasta que algo -alguien en realidad, pero eso lo supe mucho después- lo inquietó en tal grado que de su mueca agria nació un croquis de sonrisa. Entonces me dijo que en su patetismo había comprendido algunas cosas. Otro día con tiempo te explico, le oí murmurar a la nuca que atravesaba la salida mientras se ocultaba bajo la gorra.

Lo que parece perfecto no es más que un conjunto de circunstancias.

La música de las esferas no logró sostener su armonía ante el ruido del pensamiento.

Cuando la verdad se acomodó en mi conciencia el eje de la tierra se torció, el círculo se deformó y ella no fue más que el eco de mis deseos.

Soy un profanador
Estoy desafiando al tiempo
Ya ves mi transgresión
Es procurar tenerte


El Rito – Soda Stereo

7 comentarios en “Analemma

  1. Esta letra que citas me mataba, que buen recuerdo me traés y lo que contás en el relato tiene que ver también con:
    «Solo meterme en tu ritual y descifrar tu enigma»
    Es un desastre cuando el misterio se pierde.
    Un abrazo.

  2. Siempre que leo tus textos-historias me quedo con ganas de saber más. Me gusta el olor del café, las medialunas (y de grasa) conviviendo con música de las esferas, conciencias y profanaciones.
    ¡Buen fin de semana!

  3. Se revela entre líneas la nostalgia por un amor platónico?… A propósito de las analogías de las letras de Soda, aquí en Lima, el fin de semana se presentó ante más de 100,000 personas entre los dos días de concierto, en el Estadio Nacional.

    No tuve la suerte de asistir, pero admiro y respecto mucho a la «leyenda del rock en español»…

    Saludos fraternos desde Lima!

  4. Si puedo quedarme con un fragmento del texto, me quedo con el del ritual. Ciertamente, no sólo la esencia, sino lo maravilloso de cada ritual, reside en la reiteración, con una fe siempre renovada, por supuesto.
    Aquí estoy, devolviéndole su gentileza.

  5. De lejos con muchísimo trabajo he pasado varias veces, tratando de encontrar la mirada que tienen los amigos sobre el mundo. Me maravillo cada vez.
    Sin tiempo para más me contento con dejarle el saludo y hacer manifiesta la intriga que me dejan sus textos. Por mi parte, como si fuera la primera vez, también ando tropezando con miradas, que a veces son curiosas en el subte. Me doy cuenta de que el tiempo que me doy es el de ese trayecto y después … no es bueno el trabajo para quién no se respeta.
    fraterno
    js

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