El tema recurrente. El regreso (siempre falaz, si nunca logramos decir adiós completa o sinceramente) y el afán de cambiar, de proyectar lo que sabemos se irá apagando lentamente, a lo largo del cansancio y el tedio de los días y alguna de sus noches.
Pero la esencia de la realidad es el cambio. Intentarlo es siempre una forma de valentía (quizás la más simple, si no la única, para los cobardes).
Entonces, este nuevo comienzo es incierto pero sugerente. Como este año, sin ir tan lejos.
Bienvenidos:
Hay lugares que tememos, lugares que soñamos, lugares de los que nos convertimos en exiliados sin darnos cuenta hasta que, a veces, ya es demasiado tarde.
Thomas Pychon. Contraluz
Un lugar en la Zona (de promesas) 